Ya dije que se me acumulaban las cosas. A finales de Octubre nos fuimos 5 días a Praga. No era la primera vez que íbamos, ya estuvimos en el 2007. Así que esta vez simplemente nos dedicamos a pasear por la ciudad. La verdad, es uno de esos lugares a los cuales no te importa volver se come bien, hay de todo y además es una ciudad muy limpia, bien comunicada y con precios "todavía" muy asequibles. Las calles del centro histórico están muy concurridas y llenas de turistas.
La plaza principal está presidida por esta iglesia( a la que tienes que acceder forzosamente a través del edificio que la tapa) y el reloj astronómico que cada hora reune a un montón de gente para poder observar el carrousel de autómatas que se pone en marcha cada vez que toca la hora en punto.
A ambos lados de la plaza se pueden admirar las fachadas decoradas de varios edificios.
para quien vaya a Praga por primera vez, no debe perderse: El puente Carlos IV, el reloj astronómico, La iglesia del Loreto, La torre Petrin, El barrio Judío (visita casi obligada de una de las sinagogas), El castillo de Praga y la catedral de San Vito, La plaza Wenceslao y si el tiempo lo permite un paseo en barco por el río. Entre y entre para retomar fuerzas vale la pena, aunque no se sea muy aficionado, entrar en una cervecería y degustar una de las muchas marcas que se producen en Chequia, o sinó probar uno de sus postres en un salón de thé (que hay muchos) acompañado de un buen café.
En ese momento se celebraba una demostración de platos típicos de la región, así que, evidentemente nos sumamos a la degustación.
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| jamones de cerdo asándose a fuego de leña |
Los platos aquí son muy abundantes y llenos de calorías. Cuanto más al Norte te vas más caloríficos, pero el denominador común es casi siempre el cerdo, creo que en la mayoría de Europa es una de las carnes más consumidas.Por supuesto el personaje que ataca el trozo de carne no soy yo ;-D
Yo con mis ensaladitas y mi agua mineral, bueno, no tan mineral....
Ir a Chequia también se asocia al cristal de bohemia y al cristal checo, de hecho, existen varias fábricas que producen perlas de muy buena calidad, aunque se hace difícil encontrar tiendas, pero cuando las encuentras....
Otras cosas que se pueden comprar: marionetas, Absenta, collares, jarrones, toda clase de trabajos en cristal, todo tipo de souvenirs, queso ( queso trenzado, no lo he encontrado en ningún otro sitio) unas obleas muy finas rellenas de pasta de avellanas de un diametro de unos 20 cms (tampoco lo he encontrado en ningún otro sitio).Habría puesto foto pero he tardado demasiado en hacerlas y ya no queda nada de todo eso , ya sabeis que esas cosas desaparecen más rápido que una gacela rodeada de leones.
Ya dije que se me acumulaban las cosas. A finales de Octubre nos fuimos 5 días a Praga. No era la primera vez que íbamos, ya estuvimos en el 2007. Así que esta vez simplemente nos dedicamos a pasear por la ciudad. La verdad, es uno de esos lugares a los cuales no te importa volver se come bien, hay de todo y además es una ciudad muy limpia, bien comunicada y con precios "todavía" muy asequibles. Las calles del centro histórico están muy concurridas y llenas de turistas.
La plaza principal está presidida por esta iglesia( a la que tienes que acceder forzosamente a través del edificio que la tapa) y el reloj astronómico que cada hora reune a un montón de gente para poder observar el carrousel de autómatas que se pone en marcha cada vez que toca la hora en punto.
A ambos lados de la plaza se pueden admirar las fachadas decoradas de varios edificios.
Los platos aquí son muy abundantes y llenos de calorías. Cuanto más al Norte te vas más caloríficos, pero el denominador común es casi siempre el cerdo, creo que en la mayoría de Europa es una de las carnes más consumidas.Por supuesto el personaje que ataca el trozo de carne no soy yo ;-D
A la izquierda, una tortilla. En principio, lo que la hace especial es su esponjosidad después de que los huevos hayan sido batidos, durante unos 20 minutos y añadiendoles nata (se cuece a fuego de leña en unas sartenes con el mango muy largo).Es lo que ha hecho la fama del Restaurante que se encuentra al pie del pueblo. Originariamente era una posada regentada por la Sra. Poulard y que acogía a los peregrinos a principios del siglo pasado.Hoy en día se encuentran cantidad de productos con ese nombre (galletitas, sidra, etc...Poulard).
Evidentemente lo más impresionante son las vistas, si uno tiene aliento para llegar hasta el final de las escaleras podrá disfrutar de esta panorámica.La particularidad de este paisaje son las mareas, ciertos días al año toda esta extensión de arena se recubre de agua (hasta 12 metros de altura) dejando el Mont Saint Michel como lo que es: una isla rodeada de agua.
Las concurridas calles están llenas de turistas (en cualquier época del año) y en sus estrechas callejuelas se encuentra todo tipo de souvenirs con la silueta de la abadía, ( hay para todos los gustos).Lo típico aquí para comer es: la tortilla y el cordero (se considera que su carne tiene un sabor especial porque se alimenta en "prados salados").
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