Y así podemos seguir hasta el infinito con todos los colores.
He seguido más o menos el mismo patrón que el anterior.
Salvo que esta vez no he encontrado colgante de cristal a juego . Así que lo he fabricado forrando una bola de madera en forma de lágrima que tenía por mi bazar de piezas soliarias y desparejadas.
Con lo que se demuestra una vez más que todo sirve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario