Hace un par de semanas el invierno nos quiso recordar que seguía bien presente, y nos obsequió con una bonita nevada, bueno, lo de bonita para las primeras horas, porque a pesar de que pueda parecer que tampoco es para tanto, la cosa empieza a degenerar por momentos. La gente empieza por abandonar sus coches donde pueden, porque no pueden seguir, los transportes dejan progresivamente de funcionar, dejando a la gente lejos de su trabajo o de su casa, los vuelos se van anulando, y poco a poco todo se paraliza. A partir de ahí lo único que se puede hacer es esperar a que una ligera subida de temperaturas empiece a fundir toda esa nieve, que con el paso de los dias va adquiriendo una consistencia de granizado que mezclado con el humo de los coches se va volviendo de un color grisáceo tirando a negro. A partir de ahí rezas para que las temperaturas no bajen todavía más, porque el sorbete de nieve se transforma en hielo y entonces se hace peligroso salir a la calle para comprar , pero bueno, yo confío en la marmota Phil que este año ha anunciado que el invierno sería corto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario