MONBAZILLAC

597 Kms para llegar hasta Lembrás y luego hasta Monbazillac. 6 horas de camino, sin prisas pero sin pausas para llegar a tiempo al enlace civil. Peajes, areas de descanso, un poquito de lluvia y un mínimo de retenciones, pero nos plantamos puntuales en Lambras para la boda.

Por supuesto una novia muy guapa (el novio también) y mucho calor.

Y a unos pocos kilómetros el lugar del convite, en el castillo de Monbazillac, lugar realmente idílico y rodeado de viñedos, que además en esta época del año están pletóricos y a punto para la vendimia.

Como en toda boda que se precie, lanzamiento de ramo...

Y un día muy agradable, a pesar de que se habían anunciado algunos nubarrones.Pero el ambiente  fue primaveral. Canapés y "soupe champenoise"  (especie de ponche a base de Champagne, pulpa de limón y Triple sec) que se tomaba casi como si fuese zumo.

La cena estuvo todo el tiempo amenizada con muestras de afecto, tanto de la familia como de los amigos y es que a diferencia de otras bodas a las que he asistido (y han sido muchas) el nivel de implicación de los asistentes fue  muy alto. Muy divertido el montaje de un video musical que los amigos del novio habían realizado en el que habían adaptado la letra de una cancion y aparecian cantando algo así como " cuanto nos diste el tostón hablando de ella todo el rato desde que la conociste hasta que al fin te casastes con ella  y que confiamos en que los próximos 10 años sigamos siendo amigos y que sigas igual". Otro video realizado por la hermana de la novia recopilando fotos de los dos desde pequeños. Un quiz para los novios, una cancion dedicada y cantada en vivo y en directo de la familia de ella, repertorio de canciones tradicionales marineras amenizadas con acordeón por dos amigos de la familia y como colofón DJ poniendo lo típico.apertura del baile con vals, música francesa de los 80, 90... Y no os lo perdais, un "Viva España" y "paquito chocolatero" (por lo visto lo ponen en todas las bodas).

Como podeis ver puede que cambie el país, pero las bodas siguen siempre, más o menos un mismo patrón.

Al dia siguiente y aprovechando que habíamos llegado "tan enfora..." llegamos hasta Burdeos. y quien dice Burdeos dice vino y foie gras, así que compramos un poco de cada.